Reflexión: ¿Que te hace más grande que los otros?

Marcos 12, 38-40

“Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación”

Se cuenta que un hombre muy estudiado subió a una barca en un lugar remoto para navegar por un caudaloso rio. Estaba ya embarcado y vio pasar una bandada de aves, y pregunto al humilde barquero si algún día había estudiado la vida de esos animales. Élrespondió que no. El hombre le dijo, “Haaay barquero tu has perdido la cuarta parte de tu vida”.

Más tarde ante unas plantas exóticas volvió a preguntarle al humilde barquero si algún día había estudiado botánica, y la respuesta del barquero como es de esperarse fue NO. A lo que el estudiado y arrogante hombre le dijo “haz perdido la mitad de tu vida”.

El viaje continuaba a través de aquel inmenso rio y ya era medio día. El estudioso le dijo al barquero “se nota que llevas mucho tiempo en este oficio ¿sabes algo sobre la naturaleza?. Nooo seeeeñor, no sé nada, me dedico a amar y hacer bien mi trabajo, estar en paz con mis amigos, compartir con mi familia lo que gano en este humilde oficio y con eso me siento bien.

El estudioso le dice “barquerito ha perdido usted las tres cuartas partes de su vida”. De repente hubo una corriente fuerte y de un momento a otro la barca se lleno de agua y se hundió, el caudal del rio los separó. Luchando con la corriente el barquero preguntó casi gritando a aquel hombre ¿oiga señooor usted sabe nadar.? El hombre luchando contra la corriente le dijo “no barquero, nunca aprendí a nadar”. El barquero agregó: “pues me temo hombre que has perdido tu vida”.

Ahora bien querido lector, ¿nos identificamos con el estudioso o con el barquero?

¿A una persona la hace grande sus títulos, sus diplomas y medallas? ¿Eso la salva de la muerte?. Ahora bien cada profesión por humilde que parezca es y será siempre un tesoro en el cambiar de los tiempos.

La gente del común por lo general lucha por renombre y gloria: en los deportes, escenarios, profesión, en “sociedad”, y compiten entre sí hasta en el matrimonio y la familia. Sus amigos los glorifican, publican y celebran fortaleciendo o alimentado aún más su vanidad, dado que la cultura no creyente es una cultura del elogio e hipocresía, ya sea por los atributos físicos, el dinero o por los alcances académicos.

Por ejemplo yo podre saber mucho de comunicaciones y estar vestida como ejecutiva porque mi trabajo me lo exige, pero no sé nada sobre como desvararme en una carretera. Me llena de pánico quedarme sola en la panamericana así sea por una llanta pinchada. Y necesito de un mecánico aún con sus manos callosas y su apariencia física en ocasiones algo abandonada, porque es él quien sabe qué hacer en ese momento. Es decir lo necesito aunque yo haya ido a una universidad y él no. Y le debo respeto porque es tan igual como yo ante los ojos de Dios.

Como hijos de Dios debemos ser cuidadosos con la vana gloria contra la que Jesús nos pone en guardia. Ir contra el afán de ser reconocidos como justos, de llamar la atención del mundo y de sacar gloria y reconocimiento para nosotros mismos individual o colectivamente, de la condición de gran maestro o cristiano cabal y virtuoso. Que Dios nos ayude a ser humildes de corazón y no sabios en nuestra propia opinión pues, los conocimientos del mundo no nos salvaran de su furia a la hora de rendir cuentas.

“Señor gracias por tus bendiciones, perdona mi vanidad y por favor en el nombre de Jesucristo hazme una persona transparente, nueva, cámbiame, renuévame y enamórame más de ti pues sin ti nada soy. Amén"

Autor: Paula AndreaVega
www.levantatusmanos.blogspot.com

Comentarios

  1. Todos somos muy valorados por Dios y cada uno cumple un rol importante ...todos somos importantes.

    valiosa y linda reflexión

    que estes muy bien, bendiciones

    Au revoir & Adio.

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  2. Las personas sob libres de escoger a qué le didican su vida. Aunque, es lamentable ver cómo hay personas que se arrepienten de haber dedicado su existir al dinero o las cosas materiales y no haber disfrutado de cosas más importantes. En fin. Menos mal que tenemos la opción de ver la vida con otros ojos.

    Saludos y bendiciones para ti y los tuyos.

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